Frenadol para papas "enfermos": ¿Te hace gracia?

• 14 abril, 2010
• Francesc Gel
• 7 comentarios

Es conocido ya el anuncio de Frenadol en el que un papá quejicoso le dice a su mujer (ambos maduritos, de mediana edad): “me dejas solo con lo malito que estoy…”. Y ella –solícita-: “No te preocupes, he llamado a la canguro de los niños para que venga a cuidarte”.

Ante tan feliz perspectiva, el papá “enfermo” reacciona del siguiente modo:
1) de momento no se toma Frenadol.
2) deja volar su imaginación hacia una canguro de tierna edad, que baja por unas escaleras rojas, sonriendo con (¿fingida?) modestia.

Todos conocemos el final feliz del anuncio: la canguro no puede cuidar al papá enfermo, la suegra podría sustituirla, pero papá se toma el Frenadol con celeridad, porque “Frenadol Complex frena eficazmente los síntomas de la gripe y del resfriado … si quieres”. Es decir, que a lo mejor no quieres: quizá tengas “otras” razones para no tomar Frenadol y quedarte “malito” en casa. No sé. Tú sabrás… (acompañar “tú sabrás” con un movimiento de cejas, dos veces).

Una campaña mal dirigida.

Frenadol quiere acercarnos su marca en clave de humor, para que la percibamos como una marca divertida, chula y super guay de la muerte. Por eso hace ese “guiño” a su público objetivo…

El problema surge cuando no queda claro a qué público objetivo se dirige en concreto este anuncio y a qué target ha conseguido inundar de aprecio hacia la marca. Analicémoslo en detalle:

a) ¿canguros adolescentes? Definitivamente no: habrían puesto a George Clooney de papá enfermo, que habría mezclado Frenadol con una capsulita de Nespresso – What else.

b) ¿mamás y papás de canguros adolescentes? Tampoco parece la respuesta correcta. A ningún padre le resultaría agradable que su hija adolescente fuera a cuidar a un salido cuarentón con resfriado (a no ser que se tratara de George Clooney y estuviera acompañada por mamá: véase punto anterior).

c) ¿mujeres de mediana edad con maridos enfermos? No olvidemos que papá escogió Frenadol antes que a las madres de todo este colectivo (representadas por la suegra). Una falta de tacto imperdonable, vamos.

d) ¿papás enfermos? La imagen que ofrece el papá de este anuncio no hace atractiva la identificación con el personaje: no va a trabajar por un simple resfriado, babea pensando en la canguro, y acaba bailando con la suegra en el siguiente anuncio. Todo un campeón, vaya: un auténtico calzonazos.

En mi opinión, este anuncio ha hecho poca gracia y a poca gente. No se trata sólo de los múltiples comentarios que ha originado en algunos foros sobre si la canguro es menor o no, si este anuncio juguetea con la pedofilia, o de si ha sido etiquetado como “pedobear” en YouTube. Se trata, sobre todo, de que no está pensado en el público objetivo. Sin duda sus creadores quisieron hacer gracia, pero no lo han conseguido. Quizá por eso fue nominado entre los 5 peores anuncios de 2009 por los internautas.

Aún así, parece que se dieron cuenta y la nueva campaña para las cápsulas del producto cambia totalmente la filosofía comunicativa y sí, está orientada a sus públicos de un modo coherente.