Qué conceptos tienes que contabilizar en tu presupuesto para Social Media

• 22 junio, 2016
• Prestigia
• sin comentarios

Calcular un presupuesto no es nada fácil. Todos sabemos el tiempo y esfuerzo que debemos dedicarle a este documento. También sabemos que cualquier error en su cálculo podría hacer que tomáramos decisiones equivocadas. En su momento ya escribimos un post donde anotábamos algunos de los errores clásicos a evitar en la realización del presupuesto de Marketing.

Hoy vamos a explicar qué conceptos debes contabilizar dentro del presupuesto para calcular el dinero que debes destinar a tu Social Media plan. El presupuesto dependerá de si debes empezar desde cero, por tratarse de un nuevo negocio o porque precisas de un rediseño de la estrategia, o si se trata de la ejecución de una estrategia que ya funciona.

Si se trata de un negocio de nueva creación, necesitarás diseñar en primer lugar un plan estratégico para las redes sociales. Este documento -conviene que esté escrito- ha de analizar entre otros aspectos:

• Tu negocio y tu competencia: para que tu negocio se introduzca en el universo del Social Media, la persona que se vaya a encargar de ello deberá conocer bien no sólo tu negocio (con tu misión, objetivos, público objetivo, y tu presencia en web y redes, si es que la tienes), sino también es fundamental que conozca bien a tu competencia (perfiles sociales, mensajes, servicios que ofrecen a través de las redes sociales, etc.). Eso requiere un análisis que ayudará a comprender en qué entorno te vas a mover y cuál debe ser tu papel.

• Plan de acciones: éste sería el segundo paso. Cuenta que en base a la misión, objetivos y público objetivo, la persona que se responsabilice de tu área de Social Media deberá diseñar un plan de acciones concretas a seguir, especificando cuando sea posible un calendario de ejecución, los costes que puede implicar cada una de las acciones y qué resultados podemos esperar. La complejidad del plan de acciones suele recomendar que contemos con los servicios de un profesional del marketing para esta fase.

• Plan de contenidos: Aunque puede formar parte del plan de acciones lo detallamos aparte por su importancia, y porque suele tener entidad propia: en Internet ya sabemos que el contenido es el rey. Es preciso contar con un calendario donde ubicar el contenido que compartirás en tu web y las redes en las que hayas elegido tener presencia. Dependiendo del sector en el que desarrolles tu actividad, habrá algunos hitos que deberás tener en cuenta. También será importante decidir qué tipo de contenido vas a utilizar y con qué objetivos, si te vas a decantar por texto, imágenes o vídeo.

Analizada la empresa y la competencia, diseñado el plan de acciones y pensados qué tipos de contenidos nos interesan, llegamos por fin a la acción, la ejecución del Plan de Social Media, y que suele incluir:

• Mantener la página web y gestionar los contenidos: es decir, la redacción de las noticias para tu web o del post para tu blog, la optimización SEO y el envío de boletines, que hayas acordado en tu estrategia.

• Gestión de los perfiles de Redes Sociales: de la estrategia también saldrá en qué redes sociales es preferible hacer visible tu marca y con qué frecuencia, qué tipo de contenidos conviene compartir, la frecuencia, el tono,…

• Campañas de Publicidad: Este es un punto fundamental que habitualmente no suele considerarse. La inversión en publicidad en redes sociales suele marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso en un plan de Social Media. Si no invertimos -aunque sea una cantidad modesta- para promocionar nuestros contenidos en las redes sociales apenas tendremos visibilidad.

• Analítica e informes: medir y analizar se han convertido también en fases imprescindibles cuando hablamos de Social Media. Sólo de esta forma sabrás si lo que estás haciendo funciona, y en qué debes ajustar tu estrategia.

Ver las tareas por partes siempre ayuda, sobre todo si se trata de asignar cantidades económicas que en esto consiste organizar un presupuesto. De esta forma también nos será más fácil pautar las distintas fases o implementarlas de un modo progresivo si así lo requiere nuestro presupuesto, sin que por ello perdamos de vista la unidad del conjunto.